15 may 2011

Durísimo Roberto Piazza con Mirtha Legrand

Say no more... La destrozó y de pasada le pegó a Susana y a Tinelli.


¡Esa vieja dama indigna, Mirtha Legrand! Por Roberto Piazza.

Pasaron casi 27 años que la conozco a la Sra. Mirtha Legrand.  Es mucho lo que sé de ella, lo que conozco de ella, lo que  viví junto a ella y sé lo que ella “canjeó”. ¿Te acordás  cuando Eva Montes de Oca me pedía plata para  sentarme a comer con vos  para ayudarme en mi carrera?
No es mi madrina y nunca lo fue. Eso sólo fue una manera  romántica  de disfrazar un canje. Una vez  allá lejos por el año 1982/3, ella me dijo: “Yo te presento, una por una, a  cada  persona importante y vos tenés que darme un vestido por cada una de ellas”. ¡Aún lo tengo grabado en mi memoria como un canje conveniente!
Cuando yo tenía 22 años y recién llegaba de Santa Fe, siendo un nadie en la moda, acepté -¡sí, es verdad, acepté! - sus condiciones y conocí mucha gente. Pero la Sra. Legrand no me vendía la ropa a sus amigas, sólo me daba  teléfonos y direcciones y así fue cómo, por mi   trabajo en estos casi 37 años fui siendo quien soy hoy.
El lunes 16 de mayo ya cumpliré 52 años y pasó mucho agua  debajo del puente, ¡y podría decir tantas cosas sobre la Sra. diva argentina que nadie sabe! No sería correcto repetir lo que ella hace, como su perversa costumbre que tiene, tenía o tendrá en televisión  con sus almuerzos. Y sin ir tan lejos: ¡la última  pregunta que me hizo! “Si vos, Roberto, adoptaras  un  chico ¿no habría  problemas de violación?”.
Algo que  yo, Roberto Piazza -como ex víctima y presidente de esta lucha- me lo banqué  como un señor   y no agredí, cuando  la mayoría de la gente me pedía  que la mate. “¡No, es como mi abuela, la  respeto!”, decía yo. Pero, ¿saben qué? Me hartó su soberbia, su mala educación y su creencia de que es aristocrática cuando salió de mi misma  tierra santafesina, de un pueblo digno y  sencillo.
Nosotros, los diseñadores de todas las épocas - y hablo de varios y grosos, que no daré nombres  porque  hablo por mí-estábamos y estamos hartos de  regalarle ropa. Como si eso fuera una ofrenda a la “pomba yira” para tener  suerte y, encima, ¡creer que su programa trae suerte!
Ese  día me callé. Ese mediodía llegué a casa, me amargué, lloré y callé para que no digan que  genero  polémicas y hoy me pregunto: ¿Por qué?Todo el mundo amigo o conocido y toda la prensa  me llamó para      decirme qué opinaba. Pasó a la historia de las estupideces televisivas, con sorna, premeditación y alevosía. No me interesan tus disculpas diva del mediodía. Y seguí respetando su “desafortunada pregunta”, que siempre  hace y hará. Una niña hermosa como Juanita no lleva a una familia al fango, señoras y señores. A ver quién tira la primera piedra o quién se anima a destapar lo que todos sabemos de  la ética de la Sra.
Si te criás en el fango, es imposible sacártelo del cuerpo y de eso sé algo. Y aquí Juanita es la víctima, no la “diva” que, dicho sea de paso, no existen más. Ni Legrand, ni Giménez  con su limitada capacidad de actuación y su photoshop esquizofrénico tratando de vender una imagen de nena /abuela/ ingenua y sexy. ¡Pero con cero compromiso hacia lo social! Otra que me  dijo que estaba  colapsada (también por medio de una  agria secretaria   desde  su  mansión) y que no podía darme una ayuda, ni ser madrina del petitorio de la Ley Piazza,  que ayudará a millones de víctimas. (Léase Ley Piazza contra el abuso  sexual infantil en Senadores, en internet).
O también un Tinelli, que hace y se regocija ante “una apología   del odio”,  decretada así por mis abogados de la Fundacion.  Desde la violencia familiar,cuando    asistentes directos de él escriben a mi productora de moda pidiendo mujeres jóvenes y nuevas para conocer. ¿What? Pero el padrinazgo de Tinelli nunca apareció y nunca me dio ni un minuto de su rating para que senadores, diputados y ciudadanos sepan el trabajo árido que es  la defensa de esta causa. Dicho sea de paso,la Ley Piazza contra el abuso sexual  infantil y la violencia familiar ya tiene la media sanción de todos  los senadores y ahora pasa  a  diputados. Sin la ayuda de esta gente, que dicen ser -inflados por la edad – "divos”. La mier…divos, así lo digo, ¿y qué?
Bien saben ustedes que el domingo 15 presento mi colección “El amor” y nadie obliga  a nadie a estar allí sentado,  y menos a ir a dar un premio. ¡Es verdad! Pero yo, Roberto Piazza, a la Legrand  le di en mi vida más de 4 mil –o más-vestidos. ¿Se imaginan  que  en un mes se llevó de canje casi 100 de garrón? Luego encima  los vendía en Tucumán a Gloria Abarza, una Sra. dueña de una boutique, que ella iba a conducir sus desfiles.  Incluso,  tengo data de que también lo hacía en Bs. As con amigas  muy cercanas (Léase capítulo “Mirtha Legrand”  en mi libro Corte y confesión). Por eso, un día cuando te saqué la ficha, “diva”, nunca más te di ni un botón y el último vestido que me llevaste, por  2500 pesos de costo absurdo, lo pagaste     entredientes. ¿Odiaste eso no?
Harto de  esta  hipocresía y que, con todo respeto a Elvira,  tenía que hablar primero con la empleada y, si ella  quería. Porque la Legrand lleva prensa ¿Saben qué? Me ca… en eso. Mis señoras cilentas no compran lo que usa la Legrand. Ni me interesa más desde hace años.El día de ayer, viernes 13  de mayo, a dos días de mi colección la llamé y, de paso, para  que ella   reaparezca   en mi colección del  domingo a las 21.15. Quería que ella, con Carlos Pallarols, le haga entrega al dueño de Silkey el premio de mi fundación  como  empresario y  como filántropo. Porque el desfile es a beneficio de dicha fundación y Silkey dona todo para que esto se pueda hacer. Son más de 30 figuras de nivel o aún más talentosas que estarán esa noche. Sí, ¡obvio que son más talentosas que la Legrand!
Vale aclarar que esta carta es de mi puño y letra porque  me hartó su soberbia, su personalidad de señora de bien y que se crea una dama de la sociedad. ¿Sabés qué Mirtha? Ser una dama es estar donde se te necesita, no en Santiago del Estero enojada porque te preguntan algo que ya sabías que lo harían. Pero allí sí te pagaron, ¿no? Yo sólo quería que reivindiques tu desafortunada actuación de mal gusto de estos últimos tiempos hacia  muchos, y me incluyo. Y que finjas, al menos, y entregues un premio a un empresario y a su mujer que ayudan a mi fundación.
Me rompieron el alma diciendo: “Tenés que ponerla porque es prensable”. Bien, te llamé  Mirtha  y sabés que Elvira- que sí es una dama, se crió a tu lado y la conozco más que a vos- me dijo con todo amor: “Hola Roberto, ¿cómo estás? No te hagas  problema, a las 19 llamá y te dijo qué dijo la Sra.” Bien,  llamé a las 20 hs    del sábado y  le dije a Elvira que le ponía seguridad para que no la molesten, que hacía lo que pidiera para que ella entregue ese premio y aparezca en Bs. As haciendo algo de bien.
Su respuesta se repitió otra vez, como fue la de Susana Giménez o el silencio de Tinelli: No, la Sra. dice  que de  ninguna manera  puede. No irá y punto. ¿Sabés qué Mirtha? Si vas a Silkey el martes porque te pagan, ya demostrarás allí que sos una vieja dama indigna. Y si a alguien le molesta, no me interesa porque lo es . Muchos opinan lo mismo, sólo que son muy hipócritas y te están atrás, como si fueras Cleopatra. ¿Y sabés qué  “dama del mediodía”? Las divas ya están todas muertas en Hollywood.
No existís más, ni para mí, ni para muchos. Sos realmente, sin pelos en la lengua, una actriz que tuvo poco éxito de actriz y mucho de comida en televisión. Lejos quedó esa imagen que la gente se creyó de vos. Lo lamento, retiro mi amor hacia vos, mi afecto, mi perdón y lamento haberte canjaedo  tanto de mi ropa cuando era un pende...
Eso hubiese sido maravilloso si fueses una persona realmente  sencilla, humilde, cálida y dejaras en paz a tu marcela y a tu juanita con tus delirios de diva deja vu. Lástima que mi madre no está viva porque también te recordaría cuando la maltratarse , cuando  aún mamá era una señora que creía que vos eras otra señora. Te lo recuerdo y, sino, léelo en “Corte y confesión”, a ver si hacés  memoria de  lo que  bancamos muchos,  que no se animan a decir esto.
Yo sí, ¿y qué? Y si tenés algún problema de dignidad falsa, habláme como mujer y no como diva Antique. Y sino habláme como Legrand, yo te hablaré como Piazza. Pero acordáte que en este momento el mundo necesita de guerra de amor y cooperación, y vos sólo separás y generás  odio y resentimiento. Es una pena haberte conocido y que muchos crean que sos una dama porque sos como dice el libro, “una  vieja dama indigna”.
Aquí se  termina otra historia en la vida de Roberto Piazza, ¡Gracias a Dios! Y si volvés a comer, tratá de almorzar sola porque nadie banca tu soberbia, inflada por la edad. 
Roberto Piazza
Presidente de la Fundación contra el abuso sexual infantily la violencia familiar. Artista.
PD: Que quede re claro que esto es  una carta  abierta mía, desde mi fundación, con la aprbación de mi gente que trabaja en esto. No es una gacetilla para llevar     público y menos para vender ropa. Es un descargo   porque me harté de tanta hipocresía a un pueblo  quizás  ingenuo ¡Adiós! Sin nada más que decirle, la saludo muy atentamente y le deseo un feliz retiro de las filas.
PD2: Pido perdón a ustedes y a mí mismo por haber sido tan ingenuo o imbécil por haber aceptado esto durante tantos años. Pero hago un “mea culpa” de haber sido tentado por  el pecado de estar en televisión con esta mujer. ¡Pero ya no! Se terminó la farsa absurda y las  falsas  disculpas y las divas  de milanesa en plato de  porcelana.

1 comentario:

Hetitornet dijo...

Se ve que no hace falta ser un macho hetero para tener los huevos bien puestos grande Roberto