19 nov 2013

Multa de 160 mil euros al Orgullo Gay de Madrid

El Ayuntamiento de Madrid, a cargo de Ana María Botella Serrano del Partido Popular, ha multado por tercer año consecutivo al Orgullo Gay, este año por casi 160.000 euros en total por exceso de ruido.

"En la actitud de la alcaldesa Ana Botella hay, como poco, miopía, torpeza o falta de voluntad (...) Estas multas ponen en peligro la continuidad de una conmemoración muy importante para la diversidad y para la ciudad de Madrid". Rodrigo Boti de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB)
Todo surgió en 2011 cuando Ana Botella era concejal de la ciudad de Madrid en el área de Medio Ambiente y aprobó una ordenanza que impide en horario nocturno, de 23 a 07 hs, los 45 decibeles en áreas residenciales. Pero además, dicha ordenanza contempla la posibilidad de que los decibeles se puedan superar en caso de “en actos con especial proyección cultural, religiosa o de naturaleza análoga” de carácter temporal.

Así, la primer fiesta del Orgullo Gay en 2011 fue multada por 50.000 euros, en 2012 por 42.000 euros y actualmente la cifra se elevó a 159.809 euros. Cabe destacar que las multas de los años 2011 y 2012 han sido apeladas y que no fueron pagadas mientras la justicia del país se expide en un dictámen. 

En 2011 casi se da por concluído el Orgullo en su escenario más emblemático de Madrid, en Chueca y como agregado hubo un escrache al entonces alcalde Alberto Ruiz-Gallardón y un concierto con auriculares. En 2013 se calculó una asistencia total de 1.200.000 personas en total



Este año, fue realizada con autorización entre los días 3 al 7 de julio. En tanto, la Asociación de Empresarios Gays y Lesbianas de Madrid (AEGAL) defiende los beneficios que otorga la festividad, su portavoz Juan Carlos Alonso dice: “No se puede sancionar por incumplir una norma imposible de cumplir. Solo el ruido del tráfico ya supera el límite, el barullo en la Gran Vía, miles de personas por la calle... Es imposible distinguir qué parte se debe al Orgullo y cuál no”.

Mi solidaridad con todos los madrileños. Si quieren bajar los decibeles, no usen una fiesta como excusa al mejor estilo Espada de Damócles, de sus obtusas mentes conservadoras.

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