Muchas veces, en una empresa (sea cual sea o su rubro) sólo se toma en cuenta al cliente y tal vez al proveedor olvidando casi por completo a los empleados.
Los grandes problemas de rumores, malos entendidos y falta de orientación surgen a partir de la falta de comunicación interna dentro de las organizaciones.
Antiguamente, en los campos de batalla los líderes se presentaban y les hablaban a sus soldados con el fin de incentivarlos a la lucha que se estaba por desarrollar, les brindaban el carisma necesario que, aunque parezca tonto, podía mejorar el rendimiento de los soldados.
Los empleados pueden perder de vista la orientación, misión y visión de la organización, también pueden no sentirse parte de un todo que se dirige a un lugar en particular. Sin cambiar de empleados, eso podría mejorarse comunicando a los mismos (y no saturar) lo que quiere la empresa, hacia dónde se dirige, cuáles son sus metas, por qué estan allí. Hacer que se sientan parte de algo, mostrarles qué es lo que están generando a partir de su trabajo.
Medios para realizarlo existen varios: cara a cara, por medio de emails, por boletines, por Intranet, en reuniones o carteleras, por redes sociales como Facebook o Twitter.
No hay que olvidar, un empleado es un empleado, pero un empleado feliz vale por varios.
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