Cuando un acto placentero se exacerba y se convierte en compulsivo deja de satisfacer el verdadero deseo. La compulsión desata la culpa y se cree que el impulso ya no podrá ser controlado. Lo que en principio era goce terminan en angustia y depresión.
Se cree (porque no esta debidamente registrado) que un adicto al sexo puede tener los siguientes comportamientos en forma reiterada:
- Consumo excesivo de pornografía
- Sexo virtual o por teléfono
- Masturbación frecuente
- Encuentros sexuales con desconocidos o prostitutas
- Placer por la infidelidad
- Voyerismo o exhibicionismo
- Relaciones sexuales sadomasoquistas
1. Cuando las prácticas sexuales son prioridad e interfieren en la vida cotidiana.
2. Cuando se cree haber perdido el control sobre sus impulsos sexuales y sienta culpa o vergüenza.
3. Cuando el afectado utilice el sexo para superar o aliviar una carencia, de tal forma que lo practique compulsivamente no para estar bien, sino para estar mal.
La ansiedad y el stress de la vida cotidiana suelen desencadenar los trastornos obsesivo-compulsivos. Para una posible solución para los afectados como para sus parejas es la concurrencia a los especialistas médicos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario