5 oct 2010

Adictos al sexo, la ninfomanía

Están los que mueren por la comida, la bebida, el juego, el tabaco, las drogas. También están los que no pueden vivir sin sexo. La ninfomanía es eso: el deseo sexual extremo, incontrolable, que llega a alterar la vida diaria de quien la padece. Hablamos de "padecer", porque la hipersexualidad -así como la obesidad, el alcoholismo y demás adicciones-, termina siendo disfuncional y displacentera.
Cuando un acto placentero se exacerba y se convierte en compulsivo deja de satisfacer el verdadero deseo. La compulsión desata la culpa y se cree que el impulso ya no podrá ser controlado. Lo que en principio era goce terminan en angustia y depresión
Se cree (porque no esta debidamente registrado) que un adicto al sexo puede tener los siguientes comportamientos en forma reiterada:
  • Consumo excesivo de pornografía
  • Sexo virtual o por teléfono 
  • Masturbación frecuente 
  • Encuentros sexuales con desconocidos o prostitutas 
  • Placer por la infidelidad 
  • Voyerismo o exhibicionismo 
  • Relaciones sexuales sadomasoquistas 
Los profesionales coinciden que tres instancias que se convierte en alarma.

1. Cuando las prácticas sexuales son prioridad e interfieren en la vida cotidiana.

2. Cuando se cree haber perdido el control sobre sus impulsos sexuales y sienta culpa o vergüenza.

3. Cuando el afectado utilice el sexo para superar o aliviar una carencia, de tal forma que lo practique compulsivamente no para estar bien, sino para estar mal.

La ansiedad y el stress de la vida cotidiana suelen desencadenar los trastornos obsesivo-compulsivos. Para una posible solución para los afectados como para sus parejas es la concurrencia a los especialistas médicos.

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