Hace un par de años atrás una pareja que se iba a la cama simplemente contaba con un televisor en su dormitorio y se ponían a mirar una película juntos.
En la actualidad algunos se alarman de la cantidad de tecnología disponible en el dormitorio que no permite ni el descanso, ni la comunicación en la pareja o por lo menos la merma. El panorama actual en general es el siguiente, mientras uno de los conguyes se encuentra revisando su email, esta conectado a redes sociales y al messenger, el otro chequea su celular o mira televisión.
Al tiempo que se hace esto, los expertos dicen que para lograr un buen descanso el cerebro necesita una "desconexión" que puede llegar a durar 2 horas. He conocido personas que duermen con el celular al lado de la cama y que hasta contestan los mensajes estando dormidos y al levantarse ni se enteraron que respondieron un mensaje de texto.
Otro de los nuevos conflictos es la habituación a la tecnología, uno no puede culpar a su pareja si esta esta conectada o mensajeando y el otro se duerme o cambia de actividad porque simplemente se aburre.
Sumemósle a los animales en el dormitorio que se quejan o piden alimento a cualquier hora (y hasta a veces son peores que las criaturas).
Chris Idzikowski, del Centro del Sueño de Edimburgo, sostuvo: "Los estudios muestran que la luz de una laptop o una Blackberry está lo suficientemente concentrada como para indicar al cerebro que pare de producir melatonina, hormona natural que impide la alteración del sueño. Rodearse de un entorno relajado y tener tiempo para disminuir el ritmo vital es esencial para asegurarse una buena noche de descanso, junto con el silencio, la oscuridad y la comodidad".
Yo amo dormir en completa oscuridad, sin el maldito celular, pero la pc... es otro tema.
Cada quién con sus gustos, pero de cierta forma nos caracterizamos por tener alguna clase de interrupción del sueño, aunque más no sea por la lucecita parpadeante del monitor en stand by, o la otra del televisor apagado pero conectado a la corriente eléctrica, o el celular que parpadea por tener algún mensaje pendiente de lectura. Así que en resumen, nos comunicamos menos cara a cara y más por otro tipo de medios y descansamos menos por la tecnología.
Lo más curioso es que hay personas que la directora del Instituto Espill de sexología cuenta que "Me han llegado casos en que la infidelidad se produce en la misma cama, con la pareja al lado, porque el otro, o la otra, está con su móvil chateando y flirteando virtualmente."
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