Medios basura vs la crítica reflexiva real

El lector es alguien que sabe estar consigo mismo, y no ausentándose de sí mismo, tolera bien la soledad. El oyente se le parece aunque no tiene la posibilidad de relectura. El espectador, en cambio, se aleja de sí en función de la imagen, no teniendo la retrospectiva por la abstracción.
Aclarado esto, quiero referirme al pensamiento crítico reflexivo de la sociedad ha perdido con las dictaduras y los medios masivos.
Las dictaduras sabían que debían apuntar a la cultura para aniquilar "lo democrático", la democracia argentina no supo recuperar la cultura ni aún en la llamada "primavera radical".
La cultura se sirve de las distintas disciplinas, no sólo como un mero espectáculo, sino como un medio para lograr un fin, generar una reflexión sobre distintos aspectos.
Por ejemplo: Fernando Peña genera el pensamiento crítico tanto con él mismo, como con sus personajes. La "Negra" Vernacci opina de todo, lo dice de frente aún a fuerza de insultos, y creo que por eso las personas la entienden mejor. Jorge Guinzburg es más light, pero no deja por ello de ser incisivo. Hasta aquí los ganadores del premio Clarín 2006.
De los demás, programas como RSM, Televisión Registrada le abren los ojos al espectador no atento. En Duro de Domar, con la conjunción de personalidades disímiles de los panelistas se logra una fecunda actitud crítica.
Eso es la real democracia, ellos apuntan con sus palabras a un fin, a fuerza de ser cómicos para la obtención de espectadores sino, Canal A no sería tan olvidado por la mayoría. Lo que pasa es que pensar cuesta demasiado trabajo, prueba viviente de ello es Bailando y Cantando por un Sueño.
Y los que piensen que todo debe ser aburrido si contiene una filosofía propia, miren: Los Simpson, Matrix, El Señor de los Anillos, etc. Escuchen a los Redondos, a Charly, los Cadillacs, Babasónicos o simplemente Mercedes Sosa. Para los lectores: La niña de los fósforos (Hans C. Andersen) es el más corto de todos, El Nombre de la Rosa (U. Eco), El Mundo de Sofía (J. Gaarder) o Cuentos de la Selva (H. Quiroga).